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MíSíiELAiSfili
.M,Éí)l<;a;
616;
^32
DISCURSO CRITICO
En el que se manifiesta el daño que han he-^
cho á los enfermos , y al progreso de la Me-
dicina en todos tiempos la introducción ^ y
el uso de remedios secretos y composicio-
nes simuladas 3 no solo por los Charlatanes
y vagabundos ^ sino es también por los
Médicos que los han seguido.
ESCRITO EN PORTUGUÉS
EN EL AÑO BE M.BCC.LXXXy*
\POR yOSEPH HENRIQUEZ FERRETIÍA^
FILÓSOFO T MÉDICO y SOCIO I>E LAS REA*
LES ACADEMIAS DE LAS CIENCIAS DE
SUECIA 5 DE LISBOA , T MEDICA-^
MATRITENSE*
Traducido
POR D. A. C.
EN MADRID,
EN JLA IMPRENTA K£AL*
Además j Señor , siempre bahrá ansiosos de sus
composiciones y arcanos , los que serán mas
para acrescer la avaricia y fantástica glo-
ria del inventor y: que de provecho al enfer^
mo' que los reciba ..... 2* por lo tanto re^
prehendio Picinelo con la frase de vedado á
* tm Médico^ investigador de estos secretos , cu^
yo avaro proceder le forzó á encubrir la
misma midicina , que debia manifestar.
Saidafia.
;bí^ür50^ crítico/ " ''
J-ja primera caiísav-<^ae imf>í-
dió els p]fogr€;|oiáe'ia'-Medieina
en sus principia-, 'füé-^el' ábq-
so , qitó likieron- ! de- ^ilai los
mismos;; iqne ¿e desíinaroa pa>-
ra súlaamenío,5u¿á v^: . ax i
-; Bien: sabido es^j^. qt»e los .pr^-
menjstfimdiaipentOES-.de; resta iuti-
lísima xieacia se ituíbteron de'ía
misma naturaleza ;cbmo.: los de
otras ciencias Jia torales : .esto
es , dedücidosi de -la simple ex-
perieiieía;;, con la sola, dileren-
-eía :, íde que: losfhombres suje-
tos á las enfermedades ,, por
muchas causas cfí^cas: , c á mas
a
del castigo impue&to: por. Dios, ■
en pena del pecado ; se vieron i
absolu taínente^j GÍ)ligado5 á cul- !
tibarla , con .el posible esmero» :
y á toda diligPíícia . :
Elcjoaocimienta natural , un ;
caso fortuitos, los sucesos vis-
tos , y no esperados:, y las ex- ;
periencias vagas ; fueron los pri- :
meros principios , de que se va^
iieron los hombres para curar ;
sus molestias : después la me-
moria de' las .experiencias , la
descripción de la enfermedad,
del remedio que se aplicó , y
del suceso , todo escrito en ta-i
blas, que pendían en las paredes :
de los templos ; los dolientes
^v ^---
:expüestos en público ^^ por las
calles y caminos^ para que los
pasageros enseñasen los reme-
ílios , que supieran , y de que
tuviesen experiencia en tales ca-
sos: y el raciocinio deducido de la
combinación, y comparación de
las* observaciones pretéritas ^ au-
mentaron los conocimientos pa-
ja lo futuro : de este modo se
formaron los Médicos v ios qm
se constituyeron y auttorizaron
por las leyes para curar , ó
bien todas las enfermedades en
'general , ó algunas en particular
conforme al genio y talento de
cada uno.
La honra y la utilidad , que
a 2
remltdh^ de la cultura de la
Medicina , la hizo privativa de
ciertas familias. Los sacerdotes
de aquellos tiempos , codiciosos
de gloría y utilidad se aposesio-
natrón , é hicieron monopolio de I
ella ; y para aumentar la creen-
cia , y el número de los dolien-5
tes, lacabrian con el velo de I
la Religión ,. y abultándola con
la fabulosa pompa de la supers- !
tícion ^ tv^tahan con misterio
y secreto- las cosas naturales^ í
y conocidas.
Asi leemos , que quando Iphí-* i
cío , hijo de Philaco , y casado <
con Asthioche , recurre á Me- :
lampo , Médico de Argos , pa* i
(5)
Ta Temediar su impotencia : es-
te atribuyéndola á la floxedad y
flaqueza de su fibra , y cono-
ciendo , que necesitaba un re-
medio , que la vigorizase ; des-
pués de grandes agüeros ^ sa-
crificios y fabuloso aparato,
hace clavar en un roble el cu-
chillo ensangrentado , que ha-
bía servido al sacrificio, y al-
gún tiempo después , manda á
Iphiclo. le arranque , y que be-
ba con vino , el moho férreo que
tuviese , por espacio de diez dias:
lo que en efecto hace con feliz
suceso t porque su muger parió
después tres hijos. De este mo-
do encubre Melampp con la va-
^3
(ó
na Religión , los simples del me-
dicamento del fierro disuelto en
el jugo austero y asbtringente de
aquelarbol;peroefizáz,por cierto
para aumentarla fuerza y el vigor.
El Centurión va al templo,
de Esculapio , á Implorar reme-
dio para curarse del esputo de
sangre , que padecia ; los sacer-
dotes fingiendo ser del Dios la
lespuesta , le mandaii tomar pi-
ñones con miel : remedio pro^
pió , y con el que sanó ; pero
persuadido de que había sido
por milagro de Esculapio , y no
por virtud de los simples , y na-
tural medicamento.
Ved aqui retardado el progre*
Í7)
so de la Medicina : conociendo
en ello , que aquellos que me*
jor la serbian^ y practicaban des>^
tinados por las leyes para 5U
cultivo ; fueron los mismos, que
por la ambición y vanidad la
atrasaron , ocultando misterio-
sa mente los remedios , y el cursb-
tivo método de las molestias.
Diferentes sectasvdiversos obje-
tos, y otros muchas acontecimien-
tos ágenos de este Jugar^ han he-
cho comparecer á la Medicinit
en varios tiempos ^ con diversos
aspectos ; pero la que establer
ció Hipócrates fundada en las
exactas y repetidas experiencias,
que confíirmoroii después iriu^
a4
chos sabios de; la antigüedad : y
lasi que-, adelantaron ; fínalmen»
te .muchos otrps desde el gran-
de Hárbeu,. hasta el incompa^
. rabie. Bobera ve , y sus diseípu-
los ;, con inmensidad de -nocip-
-nés -físicas, y exactas observación
nes , se ha manifestado siempre
con Faz brillante , y los profe-
sores que . no se han apartado
éeesíe verdadero y recto cami>-
no , exercitándola con cordura y
con verdad , desprendidos de la
vanidad y sórdidos intereses, son
los verdaderos Médicos ^ y á los
que s£ debe toda estimación.
/ : Por lo que aquellos , que han
seguido lo contrario , solo mere»
(9)
cen el nombre dé empíricos,
ambiciosos, charlatanes y embus-
teros : y de estos aparecerán ea
todos . tiempos fingiéndose Mé-
dicos , y haciéndose poseedores
de varios secretos para remediar
iodas las dolencias , y en espe-
cial las incurables. ,La negli-
gencia , en el destierro de esta
peste tan nociva á la República,
íuele dar lugar á que vaguea
.por el mundo, y particularmen-
te en Portugal , á donde se ven
á cada paso carteles impresos,
y lo que es mas.gazetas , en que
se notician al Público estas pa-
• traüas : siendo lo qye mas de-
hc admirar .y s,e.ntir§e ,' que se
atreban á decir estos imposto-
Tes ^ qué tienen licencia y au*
íoridad de los mismos , que los
deben prohibir y castigar ; no
íolo por los estragos ^ que cau^
san á la salud pública , sino por
el robo y extorsión \, que por tal
medio iiacen.
Igualmente no Jian faltado en
.4:odas las edades , Médicos , que
arrastrados de la vanidad y de la
fea codicia ^ prevaliéndose de la
ignorancia de otros, han oculta-
do las virtudes de algunos pro-
ductos naturales , que por dicha
conocieron ^ principalmente de
algunas plantas ; y asi se hicie-
ron célebres ^ a4qqirieron ñora-
(11)
bre de Divinos , y fueron admi>
rados en todo el mundo. OtroSi
con las cosas conocidas , hici&-
Ton composiciones , que guarda-
ron en secreto , las que. por la -
mistura de ciertos ingredientes
no se podian conocer, afín de lo-
grar con este aparato mayor e&r
limación y lucro.
Asclepiades, y después Tésa-
lo fueron los primeros en la
Grecia , que fingieron tener se-
cretos para prolongar la vida-,
y curar todas las enfermedades:
jactándose aquel ai favor de laig^
norancia de haberla restituido á
una muger,,. quando solo había
sido invadida de una afeccioa
Cl2)
iiístérica : aun hoy , tantas ve.
ees engañosa. Siguióse Demócri-
to con su confección vde que hi-
zo tanto uso Mi trida tes , Rey del
Fonto, y de quien recibió la ma-
^or fama , y ei propio nombre.
•If luego Andrómaco , Médico de
Nerón, con^su theriaca,la que era
la misma , por él corregida y pu-
blicada baxo su nombre : con-
servándose ambas en secreto,
que solo poseyeron los Reyes:
últimamente vino Galeno , á
quien el Emperador encargó del
cuidado y composición de estos
antídotos ; siempre elaborados en
secreto ^ y en los Palacios Rea-
les.
Este Médico sabio , y sobre
todo de genio noble , lleno de
honras por el Emperador Anto^
niño , publicó su theriaca com-.
puesta y adicionada, como supe*
rior á todas, de la que escribió ma-
ravillas exagerando sus virtudes.
Era fácil acreditarse éste y otros
antídotos en aquellos tiempos^
en los que se temian la mayor
parte de las cosas como veneno^*
sas ^ por haber respecto los ve-
nenos .muchas falsas y ridiculas
ideas : é igualmente de los aí^
xifarmacos y contra-venenos. Es-^
te fue el motivo porque algunas
Médicos , poseídos de ellas , mis-
turaron muchas composiciones.
U4>
haciéndolas informes y mons-
truosas ^ las; que reservaron en
secreto consiguiendo , que la ig-
norancia las creyese un general
remedio. Pero después en los si-
glos mas claros conociendo ser
pimples é ineptas fueron refuta-
das : pues no hacían otros efec-
tos, que los de escandecer y pro-
jnover algunas veces á la trans-
giración pot las substancias aro-
ináticas y estimulantes , que
constituían su ser ; y los de dimi-
nuir los ardores y espasmos por
del sobrado opio , que entraba
en ellas.Yen verdad habría sido
.ridiculez ignorante creer en
aquellos montones de ingredien-
tes distintos V y entre sí ontrá-
rios , la virtud de un general
antídoto : por ser imposible exis-
tir , atendida la variedad de ve-
nenos ^ y su distinto modo de
obrar. Genérale autem mititoxiam
prophilaticum ^ nullum omnina cog^
nosciti^r kactenus , imo repugnat tais
esse^ Boherave. érc. Después de es--
tos vinieron Helmoucio y Para*
celsó los dos mas célebres Medí-
<:os entre los químicos ^ fbrma:n-
iio nuevas ipóthesijs sobre la Me¿-
dicina,y pretendiendo curar todas
Jasenfernjed^des con roínedios sa^
^ados. de 1» Qnimjc?— y de sos
operacipije§vCuya igijorancia ha-
cia se tuviesen como prodigios
(i5)
lá las maravillas , que la consti^ :
tuian admiración del mundo; :
las que aun hoy , le pueblan
;-de químicos y charlatanes^ que i
no solo íingen tener remedios :
para curar toda enfermedad , si-
no es que engañan generalraen- :
te con mil otros aparentes ar- i
tifíelos^ que sola aprovechan á
«US bolsillos. ■
Paracelso que se atrevió á
dar el opio , reputado de los de- i
mas por veneno , fue aclamado !
como divino , porque quitaba i
todos 3os:).dolores-^on-esíe i^e- i
medio oculto. Y p£>r ídetevminaii-
se á usar el priméró'deí mercii- i
tío en las enfermedades vene- (
reas , que entonces estragaban
la humanidad maravilló á to«
dos , y adquirió fama inmoriai;
á la verdad bien merecida. Este
Médico , pues , Heno de vani-
dad , se alavaba de tener reme-
dio en su célebre elixir , para
prolongar la vida :; y Helmoncio
en su ..alcháli y quinta esei¿-
cia de cedro ; \ pero ambos mu-
rieron mozos ! Y debiendo; :el
mundo desengañarse de tales
embustes , y de todos los remes-
dios fingidos ^ secretos é iluso-
rios ; no sucede asi : antes bien
cada dia se esparcen nuebos se*-
cretos para toda molestia , y lo
que es mas para las incurables^
h
como para la Epilepsia ^ Gota^
Thisís, Asthama ^ Piedra, &c, : : : :
y los desgraciados enfermos se
atropellan en buscarlos^ dando i
asenso á las esquisitas palabras .
conque sus inventores los enga- i
ñan : sin reflexionar, que este es :
el medio para: quitar el dinero, á
7k)s que fían en sus vana^ pro* :
-mesas. Tantos elixires de larga ;
j^ida , tesoros de voca , esencias i
divinas, quintas esencias , aguas i
angélicas y otros semejantes son :
los pomposos nombres ^ con que i
atolondi-an: al Público en las ga- i
zetas y diarios, que siempre es- :
tan prontos para anunciar quan-^ :
to se les propo^e^
Finalmente otros muchos Mé-
dicos , asi extrangeros , como
nacionales , llebados como los
sacerdotes gentílicos de la va-
líagioria y del interés ; fingieron
tener remedios desconocidos , y
composiciones particulares , que
conserbaron en secreto, manipu-
laron en sus casas y hendieron al
. Público , que siempre está pron*
to para recibir lo que se le pinta
raro y extraordinario. Tales fue-
ron entre nosotros Fernando
Méndez , Jacob de Castro , Mi-
guel Suarez de Maya, Juan Cur-
vo Seraendo , y Juan Méndez
Sachéti , y otros con sus aguas
febrifúgas , vulgarmente llama-
bu
"l20)
das de Inglaterra , como -las pa^
iiaceas , bezoárdicos , masas,
pildoras , trociscos , ungüentos
y otras varias composiciones pa?
xa curar quasi todas las dolen-
cias. Cada uno exageró su reme-»
dio por superior á todos , y se
esforzó en probarlo con testi-
monios y vagas experiencias :
siendo fácil el conocer , que su ^
introducción se debió á la repu*
tacion del autor en el pueblo,
y la credulidad común de lo
nuevo , y en especial del que
padece alguna dolencia ; y á la
falta de critica , ó hablando mas
claro , á la ignorancia de aque-
llos que ios alabaron , y apadri-
(2l)
naron solo por un otro suceso'^
que vieron sin mayor examen;
y á la generosa piedad de los
Príncipes', que los consintieron^
persuadidos de su utilidad á
fuerza de atestados y súplicas,
que les hicieron presentes , las
naas afectadas y equivocas.
Clamenpues muy enhorabue-
na sus autores y sequaces, con la
experiencia de maravillosas cu-
ras aprobadas de las academias;
y de famosos Médicos. Pues siem-
pre se verá^, que todo es inútil
para acreditar la qualidad de los
•xemedíos , si se hace Mguna re-
flexión , ó. análisis sobre la ma-
teíía. Viéndose también que los
l>3
boenos sucesos , que se anun-
ciaron , no provinieron de ser
Temedio nuevo , desconocido, y '
composición oculta, circunstan- -
cias con que le abultaron, sino i
es del artificio que le dio valor
para divulgarse. Dimanando las i
causas de. este efecto , del cuír
dado que sus autores tuvieron i
en aclamar lo bueno , y en ocul-
tar lo malo : de que un partir
cular v^ue halló alivio ., sin en- ■
tender la causa , publicó á .vo-
ces el milagro instando á todos \
por el uso del remedio ; y de i
que algún otro , que no le tu- i
vo , se daba ^1 sentimiento , la* i
mentándose de su enfermedad^ !
-"T2P -
que creía mayor en gravedad y
fuerzas, á las del remedio : cuyo
crédito á dañarle , existía no
obstante sus quejas ^one no po*
dian contrarrestar al ruido que
habían hecho sus anunciado-
res y sequaces , aclamando lo fa^
vorable (en que tanto estriba el
interés). Originándose también
de las preocupaciones , que en-
tonces habia contra algunos;
remedios ^ no solo entre el pue-
blo ^ sino entre los Médicos
menos instruidos ó alucinados,
y de opiniones falsas , que aco-
modaban á su método curativo;
procurando encubrirlos , y ha-
ciendo creer , que eran otros
b4
X245 .
pata Hesvanecer la mala fé ; que
había de dios , ó á lo menos,
que eran de nueva composición
combinada y corregida de un par-
ticular modo . que ellos habian
adquirido á mucho trabajo , y
con repetidas experiencias. Or-
dinario ienguage de los secre-
tistas , y del que se dexaron
engañar algunos Médicos, que
aseveraron su bondad llevados
de las primeras impresiones , sin
reflexionar , que sus virtudes
eran las mismas de otros reme-
dios conocidos, de los que huian
por el error del general y esta*
blecido método*
No siendo estp ilusión, sino
(20
realidad demostrada. Las céle-
bres pildoras de Brachér contra
la idro pesia , los polvos de DoVi-
ver para la gota, los de James
p.ara las calenturas : los secretos
del Doctor Chittick, y de la céle^
bre Madama Stephens contra la
piedra perdieron toda la esti-
mación luego que .se publica-
xorv sus composiciones hechas de
conocidos , y triviales ingre-
dientes: jabón de Alicante ó Ve-
necia , cal ordinaria o de cas-
caras de huevos ó de hostras , y
legia de las mismas eran los tan
exagerados secretos , que algu-
na Academia por zelo del bien
publicó compró á mucho diñe*
ío ; pero viendo el engaño se
arrepintió, aunque tarde, co^
nociendo ser preciso cerrar las
puertas á todo secretista , pro-
Bibiendo el uso de tales reme-
dios absolutamente , no solo por
los daños, que causan á la salud
con extorsión pública ; sino es
también por el abultado impe-
dimento que ofrecen al progre*-
.so de la Medicina , haciéndola
empírica ^ fabulosa y fantásti-
ca , contra lo que danzan los
Médicos sabios y desinteresados,
llenos de honra y de humani-
dad/
Y por lo tanto se procedió
contra los polvos de Mr. Ayl-
(27)
lia lid , que tanto cundieron et^
Europa. Siendo muy fácil el co-
nocer que su autor era un ig-
norante y codicioso , con solo
advertir la generalidad con que
la papeleta impresa los hacia vir-
tuales para curarlo todo , repro-
bando in totum la sangría ; no
obstante lo que se esparcieron
bien aclamados por los que lo-
graroa alivio con su efecto pur-
gante ; pero habiéndose experi-
mentado , que su continuado
uso habia motivado disenterias
sanguíneas , fluxos emorroydales
y otros daños ; no solo perdieron
el crédito , sino es que fueron
prohibidos en la Rusia por un
(2S)
Seal Decreto ^ baxo la conmi-
nación de graves penas.
Y así será del caso copiar
aqui para desengaño de algu-
nos sus apasionados , que aun
quedan, lo que dice Mr. Tissot
hablando de ellos , y de esta ca-
lidad de remedios. ^^ Pocos han
■^^ tenido , ^caso , tanto crédito,
^^ como los polvos de un tal
^^ Ayihaud , vecino de Aix en
^, Provenza, é indigno del nom-
^, bre de Médico , el qu^ tiene
^, inundada la Europa para al-
^, gunos años de un purgante
,, acre , cuya memoria permane-
,, cera ^ mientras que existan sus
,, víctimas.- Mucho tiempo ha
x^yj —
i,, que estoy cuidando de varios
^, enfermos , cuyos males suabi-
^, zó , sin dexar esperanza de su
^, cura radical : los qu^ deben
,, las penas con que pasan sus
,, tristes días al uso deestos pol-
^, vos :; y poco tiempo hace^
^^.que vi morir á dos personase,
^, á quienes quÍEÓ la vida cruel-
^, mente este veneno. Un Medí-
,, co Francés , tan célebre por
^, sus talentos ^ como por sus
,, circunstancias , publicó algu.-
..^ nos de los lastimosos catastro^
^, fes , que causaron los dichos
,, polvos ; y si se recogiesen es-
,, tas observaciones en donde
,^ los han usado , jse haria un vop
,, lumen horroroso : gracias á
^, que estos remedios ^ cuya no- :
,, tic'vd se da de priesa , no tie- i
^, nen mucho crédito ; pero co- :
,5 nozco , que no hay cosa tan
,, cierta en la Física y Medicina, ;
j, como el que se debe creer :
5, de estos avisos, que es un em- i
,, bustero , el que anuncia un
,, remedio general , por ser con- :
,, tradic torio é imposible que le- :
^^ haya. Y asi no me detendré i
,, en dar la prueba , y solo ape- i
,, lo á los que quieran refiexío- i
„ nar un poco sobre las diferen- i
^, tes causas de las enfermeda-
., des ^ la oposición de ellas , y
.,, el absurdo de, querer destruir- \
<50
„ las con un mismo remedio,
,., Bien radicados en este prinr-
,, cipio, no se dexarian engañar
,, con el enredo de los sofismas,
,, que intentan probar , que to-
», das las enfermedades nacen de
,, una causa» y que esta es de tal
„ naturaleza , que cede al reme^
,, dio celebrado. Conociéndose
„ desde luego , que afirmar tal
„ cosa » ó es mucho embuste ó
„ mucha ignorancia » y la base
„ del aparente argumento. Una
,, idropesía que procede de la-
„ demasiada relajación de las fí-
,, bras , y de la disolución de la
,, sangre ¿cómo podrá curarse
,, con los remedios , que se apli-
;^ can en una inflamatoria ^ en \
,^la que las fibras están suma-
\,^ mente rígidas , y la sangre -
^, muy espesa ? ¿Podrá alguien
^, decir que curará ton un i
^, remedio todas . las epilepsias^ ,
:^, cuyas causas son sumamente i
„ varias y opuestas ? Registren-
^, se , pues , los avisos públicos,
^, y se hallarán^ virtudes tan
^, jCQutradictorias , siendo á la \
,, verdad sus autores merecedor :
^, res de pena /^
Pasemos ya á nuestros secre- -
tistas Portugueses, y dexeraos á i
muchos embusteros ^ que se han
visto ^ cuya baxa condición ma- -
Bifes tó su ignora acia ; v* gr, ym :
tCaritero^qtie amotmólá Xásboá
Icón cierta agua de Quina y piedra
^alumbre para las tercmnas : un
Marinero que aturdían con un
-cocimiento de Quina y otras
.yerbas con zumo de^limon ; por-
•que es lastimosa laraemoria de
^u consentimiento. Dexembs al
célebre Empírico de los dolores
ictéricos ; porque á lo menos
aplicaba esternamente un acey-
te dulce ^ y unas ayudas emo-
lientes, que no encubría; las que
isi no hacían benefició , como de
-ordinario sucede , t^npoco da-
Saban t omitamos el manifestar
su mucho lucro , pues por el
aceyte que gastaba en untar tres
c
"Ts45 —
j^reces^ 31é\^ba una i^aueda &
jOí^o ^ dendo lo mas graciosa el
aidid de que usaba para no pe&
^er el crédito d^ su remediot:
|K>rque si llegaba en el feliz mo*
-mentó de aparecer la mejoría,
quedaba triunfante ; y si no co^
mo infinitas veces sucedió, decia
ai doliente y circunstantes , que
aquellos ~no eran dolores ictéri-
cos; , que los Médicos se habían
engañado en su capitulación ; y
que asi le curasen de otra cosa:
quedando todos satisfechos del
embuste ^ á que alanos Médi^
eos dieix>n tambiejx asenso- Ol-
videmos finalmente á algunos
profesores cirujanos y botica^-
^5)
láos que introduxeron secretos
para curar, las enfermedades ve-
íiéreas y otras , todo embus te,
y vamos á tratar de algunos Mé*
dkos célebres entre nosotros.
Fernando Méndez , que fue
el primero que vendió su agua
de Inglaterra , también lo fue
en confesar la impostura. El Rey
Don Pedro compró á sus here*
deros la receta, y con estose
mó ser la tintura.de quina y
de algunas hierbas amargas , ex-
traida con vino del Rhin. Re-
medio bien conocido para toda
casta de fiebres intermitentes,
y el mas cierto é infalible. No-
.iose .también su ignorancia en
c a
ei : arte de formular ^n el in-
forme cocimiento de cebada, raíz
de espárrago triguero , y otras
semejantes con la goma laca ^ ca-
paz de hacer corruptible , y de
obstar á la virtud de la Quina,
y üu constante eficacia : sobera-
no vegetal y el mas precioso don
que Dios concedió á los hom-
bres , superior á las riquezas del
Perú , el que sin embargo de
aquellos ingredientes , siempre
hacia su efecto.
-:._ Jacob de Castro , Médico sa-
bio V y de mejor critica que
aquel , conoció los defectos del
agua de Fernando Méndez; y
al experimentar su decadencia,
07)
así qu? se manife§'tóf su coMpw>
«icion, viendo las prepcupacioí-
nes^del pueblo y de muchos Mé-
.dicosr , <jue las fomentaban con-
tra la Quina ; salió con la suya
mas eficaz ;, y mas bien manipu-
lada i que 1^ de Fernando Men>.
dez : ppes como él mismo dice
estaba compí^csta sin tanto far^
rago, y solamente de buena Qiji-
na infundida en un menstruo^
mas poderoso para extraer to-
da su virtud ; que conservó en
secreto i no obstapte conocerse
que era vino del Rhin. La cor
yuntura no podia ser mas opor-
tuna para acreditar su remedio:
porque los Médicos estaban di.-
C3
(38)
vididos en bandos ; diciendo
^nos que la Quina tausabá obs-
trucciones, otros que énardecia,
T otros en fin -que su usopen-
<iia de una estrechísima, dieta y
•régimen importuno : ^cóh otras
ínumerables falsedades , á que
dio lugar el inmoderado uso de
^lla. Y aunque el mismo Jacob
dé Castro clamó después contra
un sobrino suyo por falsificador
tie ella , bien se vio que hacia
ios mismos efectos , teniendo
por vase á la Quina , en quien
consistia su virtud. Y el caba-
llero Roberto Tabor residente
en Francia , á donde por lo mis-
mo estaba abolido el uso de M
j^mna , le renová daraJ» su tiiv
Éúra extraída coa vino tmto-lx
<jue réserbiS en sec©etQ hasta d.
tiempo de; Lais XIV; :de ^quien
trecibió mus. ?suma coBsiderable
j«í¿a: publkaiüa. nfal oera entoii-
cesrla jgnoitíancia de loisí medicaí-
H^otjDS ; y; SU3 virtudes; en: alga-
fkos Médicos , ;y tal era la ere»
dulidad queJbábia en: las compo-»
íkipnes caras y secretas.- .
i - . ¿Einalmentc el t<d Jacob de
{Castro para mas obligar, ñn-
gió'qme tenia presentes los per*
juicios contra la Qtiina , y en
vez de impugnarlos , aseguraba
que:sa agua no produda los
daños, que atribuían á la Qui-
C4
líian da da¡ /intempestiva aplí*
¿acáanií pjipiíádicá: d dirceta>
3rio. patafcelVÜsó 4e Jsu iagua , ¿a
elj5i:^i^^:^sa:ibiarlas ungías ^q^'^
otras ísabios ;lS[édÍDa¿ ^ practkai'
fOíi^me! uso deJa ^ina : pre>
cabkndoítei ^menosprecio de 5a
agua ^i^dos malos í efectó¿ qiae
seleípiadie^n atribmr, escodada
dose asi 1^1^ rechazar qualquiec
^taqke.:S%iiióse :Miguel Sítarez
de Maya ^ ei que se intitúlala
Médieo pharmaceutico , quimil
jCO y práctico ^ con otra agua de
Inglaterra de su invención ^ ase-
gurando ser mejor que la ante-?»
cedeníe , y confesando que s»
(4i>
éñcsLchúcpenóix de fe Quina S2&
cada en agua conun- jio conOí
cido Hienscruo .,í£l cqwe .expaia
todas siíS partes esenciales. :.:páy
labrasodetodos las secretistas,^
dirigidas á desacreditar la de Ja,-
cotüdéi'G^stroühedm «n-vino;
por lo que algunos temian ó di,-
ferias sucesos ínenos fav orables;
ya feí^rdad , que hay sugeto^.
y casos/ en que no - será buena
por elimino , y otros en quepq^
lo misiso jserá proveqiiosa.
Este hombre taínbien se atre?
bió i decir , que las tinturas
escritas en las pharmacopcas no
estaban correctas , incluyendo
las de ios Colegios de Londres*
CC43)
HedimMrgó pifaría y b tras , de
lacque resultaran cantradiao
lio^ quaci4o jen, el pármfo: 6 y 7
<ie^u diTectorio ^-dice : í^Unaeni
^ tve otras prG^iedadesijqne sé
^^ observan en nuestra agua, es
;v€lxoior blanco y líquido libre
^yde las partes : inmutables del
^^ leño, que son la causa de obs-
^, tracciones , estasis y encalles
;^:an los vasoa lácteos , y en los
Vr de: la sangre^ Como católico
,, quisiera se evitase el pestífero
,; método de aplicar la Corteza
^, Perubiana en propia sustan-
^, cia , por los inebitables daños
„ que causa 4 los enfermos; por-
^, que es inlalible , que ningu-
(45)
\Í^ de las referidas- partes <xdír
Vv sas de la XÜascarilla ) puedaa
V, premear por la estradiez de
\V Ips vasos lácteos \ único pa^a-
V^ ge para dirigirse á iamasa^dp
;^, Is^ sangre áexercer ¿su i^ÍTtuc|.
I5V l^a operación con icpe el ig-
^- norante bulgo se ejigaáa ^ k
i, produce alguna pa^tecresinpr
;,sa y salina ;^ que con; el calor
i^'Y la detención se , desunió
í , de la Gasearílla V quedando las
vv partes fibrosas é inmutables^
,vqiie son cansa próxima de
,v tantas molestias comox se ori-
„ ginan de aquellos principios,
i, y de las obstrucciones de los
j^ estrechísimos canalículos : lo
„ que no solo se debe enten^^y
V, de la Quina en sustancia ^ i sir
\^- no ésu de sus : cocimientos 9
,, tinturas vinosas extraidas por
',, el eador y sales alcalinos , ó
.„ espíritus acjcidos ^ como sinies-
v, trámente en tendieron mu-
, , chos , siendo causa tales ela-
V, boraciones de concretar mas
■„ las partículas balsámico-resi-
„inosas , y de extíae^r las cons^
,, picúas y. agudísimas punta?
, , salinas del vegetal , de lo que
;, resulta una foriísima legía ca-
;, paz de inflamar las partes só-
„ lidas y líquidas ,.á que se co-
„ municase. Y para que no se
„ tenga por improbable esta fun-
vt>v
,V.daínemal hipótesis. Véase tú
„ el párrafo 12- de Hofíman lo
V» siguiente :-Cw¿or¿2 é gu¿s non
^\,rresp(mdent orificiis vasprum lacn
•„ teorum minus ad sanguinem fe-
,^runtur ■, sed oh angustiam dud
^^iuum retinentur , é per álbum
V, potius eliminantur. Vilis propter
\,,consistentiam crasiorem non tran-r
„ jí7 per vasa ladea , sed cura al-
,ybinis Jacíbus eUminaiur. Mque
,, animadveríimus amara me^camen-
■,^ ta y vel etiam aUmerüa ^item pa-
'«,, tius amaricantes crasiculos , ut po^
,,\tum cofje y. cervesias crasiores ad
„ sanguinem ferri y sed potius cum
•yyfacíbus ...... pars Joras esturba-
'^^iur, J{e^ ex medkammtis , nisi
^, subíüióra . volatilia saUna , éf mlf
^^.pJmrea^xkm lactm tr:anscendzmL
^yEx dictis jam Jacüi^ potes dari
^^ ratio. r g^are dbi tardior sucessio
V, cachockimmprocreatrm sü ^ éinir
^^picros adrmdum ¡amores reddat.
^^Et quod m intestinis crasis etiam
,, adhuc secretofiat^ cUsteres sic dic^
„ ti nutrientes , quorum usus non est
^^ de nihilo ^ ítem clisteres antifer
-^brü£s £x cor tice quince, parati. Lo
- , qual comprueba Iqs daños que
,, recibe el próximo en la apli-
^^cacion de estos remedios^ que
;,, deben desterrarse de la pra^
.,, xis médica , como también ^1
-,, errado método . de , las ayu-
das de Pedro bástelo , y 4?-
"?T
^^ínasdde esta especie /^. [
Enormes dispaipates y craM5
conseqüencias de una refinada
hipocresía ca tólícc^médica v ten^
-dente áia introducción de su
agua , y para desacreditar las
anteriore$,y aun á la Quina coa
-el capcioso medio de promover
mas y mas los vulgares errores
contra eUa : disfrazando con b,
piedad católica á su fea codicia*
que condena en los otros.
¿ Si las partes crasas^ pues> y
fibrosas de la Quina , no pue^
4en pasar por la estrechez; de
los vasos lácteos , ni ir por ella
ala i»asa de la sangre para
exercer su virtud ^ como teme
las obstrucciones , y los daños
^e como carólico desea evitar
aboliendo el pestíferométodo de
aplicar la : Quina en su sus-
tancia ? ¿cGómo pueden pro^
ducir obstrucciones r las^tintu^
j:as aguosas y vinosas ^ sino Ue-
jyan las partes crasas de la Covr
tez a Perubiana ? Es muy cierto
.que el agua disuelve sol amenté
^ parte gomosay salina de la Casr
carilla , y algo de la resinosa ppr
m^dio de aquellas , y con auxi-
lio del calor ;: pero también lo
es que el vino las disuelve to-
idas , esta es , con la parte espi*
xitosa la resina ; y con la aguo-
osa la goma y la. sal : por lo que si
díxese qué los cocimieníos aguo-
sos son regulaxmeiite mas^ flojos
y menos eficaces ^ y que la x^-p
sí na extraída con el calor luego
se precipita asi que le falta , di*
ría bien. Si hubiese dicho , que
los áccídos minerales , como los
alchális son mas aptos para ab
terar los principios de la Quina,
que para extraerlos i, habría du
cho lo que los hombres sen sal-
tos dicen ; pero augurar que las
tinturas aguosas y 'vinosas ex-
traen solamen te las agudísimas
y conspicuas puntas salinas fue
una falsedad manifiesta \ y dar
un testimonia de su ignorancia
en la materia ; ó á lo menos
d
ponderar con palabracs insigni-
ficantes la importancia de su,
agua, á los no inteligentes , po-
niendo de. mala -fé á las otras»
y hasta el soberano remedio de
la Quina.
La autoridad que alega del
respetable üofftnan , á roas de
n:o 'ser del caso, y de acreditarle
cüirto de gatillo en la Gramática
I:atina,es díame tralmemeopues-
toklo que expresa; pues el lite-
ral sentido de aquel sabio es el
siguiente. /'Las partes mas era-
^, sa&, y q«« no se adaptan á las
,, bocas délos vasos lácteos , no
„ pasan á la sangre por la estre-
„ chez de los canales , y salen
(51)
,, con el éscremento. La cólera
,, por su inspicisitud crasa , na
,\ puede pasar los mismos va-
,, sos , y sale mezclada con las
„ materias fecales. Y del mismo ^
,, modo se observa que los me-
,, dicamentos amargos algo es-
,, pesos, y aun las bebidas co-
,, mo el café y la cerveza grue-
„ sa no van á la sangre , y re-
,^ gularmente salen con las he^
,, ees. Siendo cierto que los me-
^, dicamentos ^ que son mas su^
,, tiles como los volátiles , los
,, salinos y sulfúreos traspasan
,^ los vasos lácteos. De lo que
,, claramente se infiere , el por-
,, qué la retención de las heces
da
(52)
',, produce cachochimias , cons-
„ tituyendo á los humores muy
„ impuros. Y también que se
„ haga la secreción en los in-
i „ testinos gruesos se colige
,, de los efectos de las ayudas
,, nutrientes , que son de tanto
„ provecho , y de las anti-febri-
„ les hechas con Quina.'' ¿Aho-
ra bien , qué relación tiene es-
to con el agua de este buen
hombre ? Ninguna por cierto,
antes hace ver que es falso el
que la Quina en sustancia pro-
duzca obstrucciones ó encalles,
porque sus partes crasas no
pueden promear la angustia de
los vasos lácteos : y así bien
(55)
probado está que su agua no
tenia superioridad á las otras,
y que no se necesita de ella para
evitar daños al próximo ; usán-
dose tempestivamente de las
ayudas de Quina y otros remedios
semejantes , que él magistral-
mente reprueba : siendo la au-
toridad de Hoffman que alega,
totalmente opuesta á sus obser-
vaciones.
Ademas poco nos importa el
saber qual era el menstruo con
que extraía la virtud , porque
sabiendo que esta pende de la
Quina , podemos creer que su
agua era como las otras. De-
biendo entender que no hay
«13
■(54)
menstruo tan eficaz y conve-
niente para disolver resinas,
cieos , gomas y sales como el
del canal intestinal , por lo que
resultan inútiles todos los fingi-
dos mensíiuos de la Quina. Y
los males que se le atribuyen,
ó ios produce su intempestivo
uso , ó son efectos de la misma
enfermedad , porque se aplica:
y así no solo corren en igual
paralelo todas las tinturas de
Quina ; si no es que solo com-
pete al prudente Médico el de-
cidir si el enfermo debe tomar-
la en sustancia , en extracto ó
en tintura vinosa ó aquosa : to-
do lo demás soii enredos pa.-*
(5 5) ~
Ta ponderar el remedioV I
El Doctor J uah Mende % Sar
chéti menos afortunado que los
otros , y quizás mas sabio , le
sirvió de ruina ^ lo que á sus
compañeros de lucro : este se
alavaba de haber hallado el lu*
cidísimo secreto hasta ahora tan
deseado , intentado , y no con*
seguido de los primeros homr
bres, de Europa para curar las
calenturas : y que habia descu*
bierto un menstruo el mejor pa-
ra extraer la virtud de la Quí-
íia , que él contemplaba en su
resina ; pero en br-eve se co-
noció su yerro , y que el mens-
truo era ei espíritu de -vino.
d4
^ (56)
Porque la virtud de la Cascarilla
no solo pende de la resina de
I9, goma ó de la sal , sino es que
existe en la unión de estas par-
tes , como se prueba en. la in-
eficacia que tiene cada una de
por si para quitar las tercianas
y otras enfermedades , y por-
que solo el espíritu de vino es
capaz de disolver la resina á ex-
cepción del éter y los óleos.
En una palabra cada autor
exageró su agua por la mejor
para curar todas las calenturas
intermitentes , y las enfermedad
des , en que se aplica la Qui-
na ; pero esto no probó que
sus efectos consistiesen en la
(57)
partiGülar de la eomposicíon-
No obstante es inegable , que
la de Jacob de Castro era la me-
jor ; por no entrar en ella in-
gredientes iuútiles. Pero es cier-
to que qualquiera la puede ha-
cer si tiene buen vino , cerve^
za.y quina : siendo lo mas acer-
tado el aplicarla en ^ sustancia,
que es la opinión de los Médi*
eos sabios , y el mas cierto y efí»
caz medio de usarla.
El mismo Jacob de Castro^
viendo el horror , y la general
precaución que habia contra el
azogue , á efecto de las funestas
eoiiseqüencias , que producia
SU intempestivo uso y mala apli^
(58)
cacion y salió con su panaces^
que no era masque el Etiope
mineral ^ y jarave rosado ó con-
serva de rosas ^ que ocultó pa-
.ja divulgar el remedio ^ y ganar
mucho : haciendo lo propio con
.su emético vegetal ^ ó vino de
Jpecaquana , que siempre tu*
vo en secreto.
Nadie ignora quantos deba»
tes hubo sobre el antimonio,
y sus preparaciones, teniendo-
le unos como remedio univer-
sal , y otros por veneno ; de
suerte , que se prohibieron al-
gunas de sus preparaciones
por academias y por leyes : y
aun el Doctor Patin célebre
(S9)
por su vida y sus escritos ,dí^
contra él un tratado intitulado'
Martyrologium anlmonii. Pero ad-
virtiendo después , que los da-
ños resultaban de aplicarle mal
propinado, y sin los resguardos
precisos , no solo se volvió al
uso , sino es que se multiplica-
ron sus preparaciones, Y es
constante que las mas son ac-
tivas si se administran como
cnionces ; pero sabiendo* apli-
carlas, son remedios eficaces^ se-
guros y prontos.
Trayéndose del Brasil á Eu*
ropa la raiz de la Ipecaqua-
na , se empezó á usar franca-
mente de ella , como vomitivo y
(óo;
^remedio especial para las díar-
Teas y disenterias ^ reputando
le suave ^ y en particular en In-
glaterra, en donde se hacia mu-
tila estimación de esta raíz , y
en donde se publicó en su phar-
macopéa su vino ó tintura. Y
Jacob de Castro prevalido de la
ignorancia le vendia por todo
Portugal en Frasquitos , y lo
que es mas para remitir al Bra-
sil , de donde venia , y adonde
le compraban por cosa nueva^
lo que no habría conseguido sin
el auxilio del misterio."
Con todo , entre los secre-
tistas ,^ ninguno fue ma§ céle-
bre por sus arcanos , ni sacó
tanto lucro camo Juan Gurva
Semendo , y por lo tanto la ha^
remos la debida justicia , mam-
festando lo bien que supo apro^
vecharse de la ignorancia vul-
gar , y de algunos Médicos de
su tiempo.
Después que Siden ham se
opuso al torrente de los Medí*
eos , que trataban á toda fiebre
con remedios estimulantes.-, día-»
foréticos y activos dando á la
sangría por nociva , y á la pur-
ga y vpmitivo por veneno. Des-
pués digo , que Sidenham ma^
ijifestó el yerro que había en
juzgar á todas las calenturas por
inaligaas ^ luego que estaban
aa>nipa&adas de síntomas es-
traoidinarios , nombre como él
dice que causó mas estrago , que
la inyencion de la pólvora; por-
que solo aplicaban bezoárdicos,
alexifármacos y cordiales acti-
vos. Después vuelvo á decir,
que Sidenham sobstítuyó á es-
te método otro enteramente
<>puesto : aplicando ya la san-
gria , ya los refrigerantes , ya
Íqs purgantes , y ya los eméti-
cos : pasó este al extremo vi*
cioso 5 como sucede quando las
cosas no se contienen en sus
límites. Abandonáronse los cor^
diales activos y estimulan-
tes > olvidando los purgantes
y eméticos^ y otros mexiícamen¿
tos de esta naturaleza , los que
íüuchas veces son necesarios»
y de los que Sidenham uso
quando el caso lo pedia.
En Portugal fue este méto-
do tan recibido , y con especial
en su Metrópoli ^ que creíanlos
Médicos^ que no había sangría
mala ^ ni purga buena ; cifran-
do lo curativo de todas las do*
kíxcias en sangrías , leches^ al*
339endradas^ caldos de pollo, sue-
cos , baños yo tros medicamen'-
tos de este jaez : porque sen-
taban que los Portugueses eran
de naturaleza cálida , y que
comian y bebiaii fuego , como
4un hoy por nuestra desgracia
hay quien asi lo profiere.
Y con codo no faltaron Médi'^
cos^ que declamasen contra eilo^
siendo entre nosotros el Doctor
Fr. Manuel de Acevedo el que
sabiamente los ataca , jf reprení-
de en su libro^ Corrección, d©
Abusos ; y es lástima que ma-í
niíestando este autor, tanto ta-t
leí) tp en la primera parte de
SU; libra ^ M dexase llevar luegá
de la preocupacio a de su t iem-^
pp ^ creyendo en la fesci nación
ó mal de ojo , los b^hizos y
otras puerilidades. -
Tampoco ea negable que el
Doctor Curvo ^. fue Médico de
■■■"■■""■ ^ 0^5)
imasrer adición ^ que los mas
de sus coetáneos ; pero era tu-
multuaria, sin métock> ni críti-
ca , y en ia mayor parte em*
pírica , lo que acredi(:a su credu-
lidad en los remedios fabulosos,
^supersticiosos , y de cuentos de
róejas , como se nota en sus es-
critos : V. gr. que la sangre sa-
cada en la hora del accidente
xiela Gota coral es singlar reme-
dio para. í ella : que la misma
extraída en el mes de Marzo es
^eficacísima para dicha enferme-
dad en los niños : que una ra-
na verde criada en seco , y col-
eada al cuello , los sana por
^irtudoculta : que la sangre de
e
las orejas de un: burro cura á
los maniáticos : que el estier*
col dé burro negro es remedio
para las cólicas ^ así como I05
polvos de sus uñas para otras
enfermedades : que el cinto de
la piel del caballo marino ase*
gura el feto en la madre : que
nna correa de su piel con tiene
ios vómitos : que el Priapo es
btieno para quebrar la piedra
de los ríñones y vegiga ; y en
fin mil sandeces de esta especie,
que moverán á risa al hombre
mas adusto ó melancólico.
Sin iembai:go tuvo mas tino
práctico que sus compañeix>Si
y con él y la lectura conodó
%6^
¿í errado métodoigue seguián¿
y sacó mejor partido , aprove-
chándose de la ocasión y pre-
ocupaciones generales j si en és-
to obró bien , el lector decidan
lo cierto es que hizo lo que
otros. Bien que no se le puede
pasar el que abusase tanto de
la credulidad pública , persua-
diendo-á que sus secretos sana-
ban hasta la incumble : á sa-
ber , Asma , Gota Cíiral , y &c.
porque siendo ellas como las
demás originadas de contrarias'
causas, ¿ cómo podrá un solo»
remedio desterrarlas ? Quisiera
pues yo preguntar á Curvo ¿ si
su masa para la gota coral re-
esí
peléria á la que los párvulos pá*
^cen al dentar , á la que pro-
ducen las lombrices , á la del
iisagre repercuso , á la de las
osificaciones y congestiones en
el cerebro ,á la de la acrimonia
gálica , á la de la dureza del ce^
rebro y los meninges, á la de
la caries de la superficie inter-
na del cráneo , y á las de otras
mi causas ? Eero ya el gran Boe-
íabe , despees: de numerar las
qu« pueden; causarla , concluyó
^n^eñandp ^ inutilidad de los
específicos ,' que la vanidad ce-
lebra para este mal. ,« £a; his
:,,vanitas aparet omnimt- specificQ-
,^rum, ¿--meíhodorum , qmimnis
\^jactatüia contra hoc mdum lau^
:,♦ áa¿'' parrad 1085. Mas á la vct-
dad , Curvo respondería que sí
con una santa simplicidad , ptír
^o decir otra cosa. ¿Pero quién
será el que dará asenso á sus
aserciones , á cada paso felsas 1?
Esta masa con que empezé su
célebre f^pel intitulado Atalaya
de Ist vida , es proficua para toda
íoolesíia , para Gi3ta coral, Per-
lesía ;», Convulsiones ^nervios ert*
cogidps , y otros í ■ Gran reme-
dio que djestruye las enfenneda-^
des entre 5Í contrarias: mas me-
irece compasión porque era octo-
genario , quando escribía estáis^
eos%s,: -.^ .. :. :. . ^^-^^^ -; -- ^ ^. - - '^>
C3
(70)
I Con iodo, de sus diez: y síe-*
^te secretos el qué alcanzó ía
primacia del común ^ y Médi-
cos vulgares >^ fue el bezoárdico
x:ontra fiebres y el solutivo, por
algunos buenos sucesos que se
vieron en su aplicación. De-
biéndolos^ no á su especial vir-'
tud^ y Bueba corapo^ioii , si-
xmo es á la ignorancia ^ y al sí-
n^tro méíDodor que; tenían de
ciitrar solo, con, sangrías , :lecHes^
sujeros , caldos de polla ^ Scc^
cpijtra lo que ya había escrito
el JDoctor : Fr. . Manuel de Ace-
iEedp.'Y el mismo Curvo en el
0apit, 1. de su Atalaya ^ dice^;
que se avergonzaba de oir.que-^
(71)
xas justificadas contra los Mé-
dicos , por no usar los reme--
dios que los Autores enseña-
ban , ó por no leerlos : viendo
también que se trataban por
punto general en Lisboa todas
las enfermedades como inflama-
torias , sin atreverse á dar un
purgante ó, vomitivo aunque
hubiese una entera tu;-gencia de
humores corrompidos ; horro-
rizándose de los remedios esti-
mulantes cordiales cálidos , y
alexifármacos ; y que hallando
él enfermos agotados á san-
grías , y extenuados á caldos,
sueros , almendradas , kc. y á
otros atacados de calenturas pú-
64
A72;
tridas ; vulgarmente llamadas
malignas:; que echó mano de
su bejzoárdico solutivo para lim?
piar las: primeras vias , ó del
antifebril , como estimulante cor-
dial y antiseptliico , con lo que
se recuperaban las fuerzas per^
didas , se promovían las excrci
ciones suprimidas , se hacian
las crisis , siguiendo las mejo-
ras , y el total restablecimiento
de la salud , como por milagro,
lo que pasmaba á todos. Mas
Médicos de estos tiempos , si
aun vivís , y Profesores de hoy,
no os maravillen aquellas cu-
ras ; ved y reflexionad que no
fueron efecto de ser el reme-*
(75)
dio nuebo , é inventado por
Curvo , y sí por haberle élco^
nocido; y porque supo curar me*
] or que vosotros , no siguiendo
vuestro errado método* Ellas en
fin se efectuaron porque pur*
gaba , daba eme ticos , y aplica^
ba los estimulantes y alexifir-
macos quando vosotros los te-
miáis, óindiscretamen te los e^^it
tabais. : [
Curvo hizo también pasmo-^
sas cur^s dando el Estivio pre-
parado ó Quintilio ; y habría
ganado tanto como Alexandro
Quintiiio , si este no lo hubie-
se conocido antes. ¿Pero Ale-
jandro Quintüio no fae.un em-
"" «74)
bastero , que vendió aquella
Í>reparaciou como invento , en-
c^ib riendo lo que era , por ser
cosa conocida ,y''saberse ya sus
virtudes? Tal era entonces la ig-
norancia de la Química en Por-
-tugai y España , adonde el im-
postor le vendia como remedio
universal : dándose también á
los^ pobres -j baxo el nombre de
los polvos de Don Juan , en la
casa del Conde de Redondo,
por medicina superior ^ hasta
que se llegó á conocer el en-
gaño. Es cierto que el Quintilio
dio saJud á muchos , que ne*
cesitaban el emético ; ¿ pero k
quántos no dañó y mató que
(75) "
jao les co n venia ? A muchos por
merto : debiendo haberse casti-
gado á su autor Quintilio , por
impostor V empírico y ladrón
4lel Público , porque sin embar-
go que beneficiase á unos, dag-
^ifícó á o tros V abriendo -camino
para que sacasen utilidades no
debidas. Pues el cuchillo que
hiere el pecho rompiendo urí
tumor , que en él tiene^el ofen-
dido ; aunque por esta casua-^
iidad le 5amé ,ino por eso dexa
de ser matadorc : y así :\dene h
ser el remedio ^ si se administra
por un sugeto hábil ; el que se
hace venena eji manos del ig-
norante.
Fue sin embargo Curvo: tan
adicto al uso de este remedio,
que le creyó omniprofíquo ; y
hasta para aquellas terribles en-
fermedades , como la Hemop-
thisis ó esputo de sangre, la Thi^
sis y otras semejantes. Y aunque
las figure nacidas de causa á que
|>arece conveniente , es tan equí^
voca ó confusa ^ q^^ ^^o todos
los Médicos pueden distinguir^
la ; y mucho menos los ciruja-
nos y barberos ignorantes , por
cuyas manos corren sus escri*^
tos. Por lo que habiéndose vis-
to morir á muchos en el acto
del remedio , por su temeraria
aplicación ^ continuó el horror-
(77>
en Portugal para con los vomi-
tivos , y prevaleció el métoda
de sangrar y refrescar. -
I c Hubo no obstante Médicos
que usaron oportunamente de
los eméticos , sin embargo de la
oposición que habla contra
eUos; no faltando en el dia otros
tan sus apasionados , que prin-
cipian sus curas por ellos. Los
extremos regularmente son ar*
riesgados, y el medio casi^iempre
seguro. Y la^'Medkina.no se de-
be practicar por sistema; sien-
do la pnadencia j moderación
en los remedios arriesgados re-
quisitos , sin los que se llevan
á los enfermos al precipicio.
De este modo adquirió Cur-.
vo la reputación ; y extendió
sus secretos á beneficio de la ig^
norancia de otros Médicos, Su
cordial solutivo es un simple
purgante que aprovechó á mu^
chos que necesitaban de un re-
medio de esta especie Y y para
hacer creer que su buen efecto
BO pro venia de él solo , y para
-sacar mm utilidad ^ le incorpo.
raba su bezqárdico contra ca-
len tnras, el que según sus prin-.
x:ipios íeniapor degran efica-
cía , eacubriéndole mis teriosa-
aientev : :
¿ Pero quién no conoce que
su bezoáxdico es Juna mistura
informe de ingredientes confor-
me á su errado concepto ? Pa-
ra convencernos de esta ver^
dad , advirtamos la falta de co-
nocimientos que tenia en la Me-
dicina, Química y Pharmacia : y
el cúmulo de ingredientes que
amontonó su fórmula en la mis-
tura de tantos simples entre sí
contrarios , y el grande aprecio
que hace de algunos , cuya vir-
tud ha enseñado la experiencia
ser perjudicial ó fantástica:
viendo en fin los que declaró,
para juzgar de todos sus se-
cretos. ;
Dice , pues , el Doctor Cur-
-vo en sus obras^ que^su bezo-
árdico excede á todos los otros:
veamos quales son aquellos con
que le compara. Los primeros
son la confección de jacintos y
la teriaca de esmeraldas , en cu-
yas composiciones entran con
las tierras calcares y ercillosas,
muchas piedras preciosas indi^
solubles en los menstruos anir
males ; y dañosas á los nervios
del canal intestino : de lo que
se producen vómitos , convul-
siones y la muerte : como no*
taron Félix Platerus , Paulus
Oraawen , GíToter , y sobre to^
dos Antonio Hahen en las sir
-guientes palabras : Ms quippe
-prMer mema Tmdía accúduní Ic^
rüé§ orientales ^ ér quibus , quid dam^
Momisf Jniplmtur _ cor por a rebu§ a
jmtura:mn domandis , qu0 vi sua
mechanica agant , ér irritando , vOt
Tfdtus y convuUionesque producant^
mil. mu palpandi pulveris forma
mm meco gástrica^ Jr interico m ino-
lestias ^ Jmo lethcdés baheant concre'^
iiomSf Las que en vulgar dicen*
A m3;S de oíros. inúdles iiigre-
dientes .se juntan .gran número
4e piedras preciosas , oro y alr
jófares :, &:c. en cuya cotripara-
gicm v¿ qué cosa bay jjias mala?
Lléuanse los cuerpos de. jroaie-
ria§ , que la «aturaleza no pue-
de .^QfflAr por su, a.ccioii mecáí-
f
K^^J
nica , produciendo con la htU
tacion convulsiones y vómitos,
las que amasándose en la for^
ma de polvos sutiles con el su-
co gástrico é intestinal , causan
concreciones rciolestas , y algu-
na vez mortales. El segundo e^
la piedra bezoar , que se en-
cuentra en el estómago de cier-
tas cabras de la India y del Bra-
sil ^ las que no incluyen otra
virtud que la de uiía tierra es-
téril , que no tiene las e^o. los
Chinos y los Persas , y ótH>s- ie
atribuyen. ¡ Y quán vana es la
confianza que se tiene en ellas!
'^Y qué ciega es semejante opi-
nión t Todo en fin es embuste,
: v>c>/
que Jamás poérá apoyarse fon
la ejcpexieiicia:^ Eli tercera es ia
piedra cordial ó bezoárdicoi de
Gím: -, 5ecret0 jde: un boticario
que si tiene alguna virtud con-
siste^ según Spielman^ en el am^
bar y el almizcle.
El cjuarto: oes la piedra del
Puerco Espin ^rque se halla en
la jrexicula de la biel de un ani-
jnal semejante al Herizo ^^ la que
coneediendoLque se venda poí
alfeo precio ^ y que se guarde en
Iqs ga¿)ineteside cHistoria íHatu-
ral , como cosa preciosa , jno se
le coxioce otra virtud que la de
una. tierra saxttrada de la vilís
espesa.^ en que^se engendra ^4
la que los Médicos sensatos des-
precian porinátiL El quinto es
el diente del Elefante , solo bue-
no, para hacer^irabos de cuciri-
Uo^ dados y dientes postizos.
El^exto y úkimqc es el hueso
del corazón del. Venado ,, de
qi^ejSL: lio hay noticia cierta , y
si^ se hallase ^ tendría tanta vir-
tud, hezoárdica como los demás
hijesos de. esté animal , ó como
la: que tienen sus uñas para ha*
cera, los hombres-^ ligeros y cor-
redores ; to<Í3 . fíecion y e pa-
traña. , .:■. \.:;:J i--'^-- ^. V.03 , l^.:
5 ■ ; Mm cuyo i su|:me s t o será pre-
cia concederá Gurvo la prima*
da idel suyo concra calenturas^
poic- entrar enl étr ía rai^^e la
coBtrayerba ^J yí otros cordiacos
semejantes ^ con algunas tierras
absorbentes , que se perciben
pot íngdío de los áccidos ,:á las
queraíribxiyó gran virtud ; fu n-
da:do en el errado sistema de
los .fermentistas : de quienes era
acérrimo sectario. Pero no eñ^-
tre : ios infinitos; estimalantel
antisé;peicos y^ corroborantes que
el \rasto campo :d^ la Medicina
nos^qfreceboyi contra toda fíe^
bre malignas y pútrida , y entre
la numerosa copia: de composi^
ciones de igual naturaleza , que
tenemos en las pharmacopéas y
Amores., formuladas según ar*
f
o
(SO
te ^ baxo las reglas de una sana
y juiciosa critica ; y últimamen-
te, ni enere las que el sabio y
prudente Médico recetase , con
atención á la enfermedad , á la
estación , á la complexión y le-
rnas circunstancias del casto, pues
sabe lo que aplica ^ y no se vale
de las secretas y empíricas com-
pQsicíonés que deben evitarse*
Abora bien pregunto ^, ¿ po^
drá elMédicoi^níbuena concien-
cia usar de losi remedios .cuya
composición ignora ? 'No por
cierto. Porque asi como un Ge-
jíieial que sale de la Corte pa*
la sobstituir á otro en el man-
€Ío^ por esf^rto que sea, y aun-
<87)
que ci^rmzca las fuerzas del encf
5SÍg<>, * no puede atacarle , siji
estax.Dauy me wdsuiiente instru
4^ á?i las suyas : igualmente el
MédicQ; no puede curar aun?
que conozca la enfermedad y
sus causas , sin que sepa la fuer-
za de sus armas , esto es , la vir-
tud de los remedios. Debiéndo-
se confiar poco ó nada en las
de los_ secretos ; porque sus in-
veijjtares las ponderan , lleva-
dos del sórdido interés que los
»^«eyev^ Podrá, vuelvo á decir,
iuta co^sckntk , kacer gastar á los
enfermos mas dinero , obligán-
doles- á comprar los secretos por
un alto precio , como Curvo ha-
U
da ckm su bezoárdiGO ?- lIa-so«
luGÍon es clara , y se deiíiic^
de la pregunía que ántédede;
pues -sí el Médieo no puede re-
cetar medicina , cuya íiáttírale-
za ignora ^ cómo podrá llévat
iñás dinero en la venta de xin
secreto. Llegándose á lodícíio,
que teniendo medicamento íguay
mente bueno ó mejor V y apro-^
badó por la observación dé mu-
cíios años\, no debe echar mano
de otros por ser mas caros , é
in troducidos por su Autor v lo
que es muy sospechoso por
cierto. • .^ -^::^^ ' '- --
^ No es tampoco justo decir,^
qtie el bezoárdio) de Curvo tía
m9)
Miocbenefeib á fmichc^ qtie
^cesitaban áíe ^in remedio se-
niejaníe , á quienes los Médicos
isac^iban apliica^le; Peror • es: in-
airegáble que algardas ^eces se le
atiEibuyó el buen efecto por des-^
enerar de :los Üe su natuTale-
za";:^ue se babian ya aplicado^
sirx hacerse cargo de que las en-
feniíedades tienen sus periodos
dé-aumento, estado y declina-
éíon T y^ qiíé los 'medicamentos'
íeqaieren tiempo deteiMürf ádo
|)ará obrar V llevando- el be^ár-^
dico la primacía por esta rázon^
sin^ merecerla.- ^
s ^^ -Además son muchos los da-
ños <jue este remedio ha^ causa-
i9o)
do , por propinarle su Autor in-
distiatamente para todas las fie-
bres malignas , yirudas , saraniF
pión Y otras muchas enferméis
dades. Las que requieren diver^
so método curativo por dima-
narle causas diferentes , 7 es-
tar acompañadas de síntomas
distintos ; y asi es imposible
que el bezoárdico sea convenien-
te para todo. Teniendo enten-
dido ^ que el nombre de fiebre
jnaligna se ha vulgarizado de
tal modo , que sucede con el
bezoárdíco de Curvo , lo mismo
de que se lamentaba Sidenham
con los cordiacos y alexífármacos,
que tanto dañaron en su tiempo.
-o'íÍQ nes del caso , ni de mi
intento tratardelo que es fie-
bre maligna , ni" de si este nom-
bre es propio de alguna , de
cierta y determinada causa , ó
si esj unívoco á machas por sus
sijíiomas. Por no; ser de aquí el
tratar de la variedad y confu-
sión con que hablan los Auto-
res en esta materia en sus. de-
bates í ni el manifestar que su
nojninaeion nació de la igno-
raueia de aquellos tiempos , que
algunos modernos han seguido,
baxo las confusas ideas de este
nombre. Pero como sin embar-
go de esta confusión , los anti-
guos guiados por los diversos
síntomas que observaban pacie-
sen distinción de ellas : oresul-
ta que el bezoárdico ó quaiquier
otra de su especie , no puede
ser remedio universal de ellas;
y porque siendo este de la dase
de los estimulantes , cordiales
calientes y alexifarmacos , pre*
cisamente ha de ser dañoso en
las fiebres que necesiten de los
antisépticos , áccidos , minera*
les ó vegetales ; de que ios
grandes Médicos se valen parala
curación de las calenturas putri*
das , según obligan los diferen-
tes síntomas que acompañan^Jos
distintos humores queestán ata-
cados de la putrefacción , y la
^rte en que esta se fíxal
£ : Y en eíec to el mismo G iü>
i\^c|:^:éee queíeníendió algo 4e
e&t03i.pues encarga en sus ad*
veríeñdas , que no se aplique
^Mchezoárdico en las viruelas^
sarampión y fiebres , en quietóe*
hubiese fuertes vómitos , calor,
secura y otros síntomas mas ve-
hementes ; y que se trate al en-
fermo con sangrías -cordiales
frescos y otros que abatan los
movimientos rápidos , á excep-
ción xle quando í hubiere poca
calentura , yj^nin^na sed : an-
sias y descaecimiento , que en
tal-caso -es indispensable ei be-
zoárdica, : :-■!: ^ ^ .;;. ^ :
^P?7
lí á la vercbd , qi^ esté: es
el legítimo método de curar en
tales circuns tancias, y el mismo
que practicaron, y aun practican
los Médicos sabios y prudentes:
los que aplican cordiales y ale^^
xí^rmacos activos , sin creer en
ellos virtud oculta y especíílca
contra la malignidad y veneno
de las fiebres. -Sin embargo v:el
¥ulgo :, ios Médicos idiotas , los
cirujanos ignorantes , los baiv
beros piesumidqs y algunas: per^
sonas de la primer clase , en los
que . está vivamente impresa la
horrorosa idea de, la fiebre ma-
ligna , habiendo visto que algua
ptro. enfermo mejoró con el he-:
zoárdico de Curvo ; sin averi-
guar si el caso y circunstancias
es igual , ó ' si la mejoria^^ fue
efecto de los remedios. anterior*
res ó de crisis natural ^ cla-
caan y se empeñan por el bezo-,
árdico. Y aun quando el dolien-
te acabe por su causa , quedan
muy satisfechos ; desacreditando
al Médico que-no asiente á su
deseo , el que muchas veces
presta su anuencia , para liber-
tarse-de la tortura en que le
También es cierto que el
Doctor Curvo rio está inmedia-
tamente culpado- en este yerro
de íjiétodo ; giéndolo mucho- por
r^^T
£:acer nsecifeto -iel? ^zoárdicxi,
ipexsnadiendo: su , exinua Ivir m<i¿,
y..quei es rfimejüai in^ebo y de gji
-iriveato. : Por. feqiK jesuíta jéjEi,
€> mu^y ignoraiite embustero , -ea
afirmar que taiabien: es. elraer
jor-delos contraveneíiQs^ siendo
tan,; cierto que no pued„e habíír
contraveneno general , como lo
es que: no hay remedio uaiver?
sal.^Siefído del todo, culpable -f 9
4ec.ir ^^ue es específieo. paxa J»|
fí.ebjesj maliga*^-*: sin Ji^omM
distinción , que siempre. ¿enJI^
bja hepbo.. ' ■; iz :■■'.■
.. ;Xa?::calenturaSr Uam^adas mat
lignas -y pestilenciales son ver?
d^der^me.ate:JíLSr_. fletares . p^^tiis
,^^
das. Los síntomas extraordiña!»
rios , coa, que apareeea los dife*
rentes grados de putjefeccion,
que los humores adquieren ,las
diversas eo,mbinacione§ de la misí»
raa » y las. partes á quienes eUai
ataca fueron Jos motivos , que
obstaron: á los antiguos para su
inteligencia- Por lo que las lla-
maron malignas, como proceden-
^s de oculta^ y veuenosas can*
sa^ : hacierido , para su curación
varias composiciones de simples
que tenia» :por contravenenos,'
y. de vijítiid oculta y. específícai
ignorando . la razón ; de su efecr»
to , que la experiencia les había
Xíepetidas- v.cjces. mostrado ^útüi
Mezclaban en estas composición
<iies ingredientes entre sí con^
trarios ^ á fin de combatir en
globo las causas ^ creyendo qup
qualquiera que fuese , seria des-
truida por sa contrario. Sin re*
parar que en estas mezclas re-
<isul tan propiedades nuebas ; es-
to es ^ inútiles é venenosas ; y
que quando así no fuese , no
l^odria ijm remedio destruir a
una causa ,- sin que se aumenta*
se la contraria. ^
f Es constante que tey causas^
pcultas 5 porque nosotros no las
conocemos ; y también remedi<^
que obran por virtud oculta^
porque ^ua la domprdiendemos;
%^
pero^sieiKÍ(i; las cajísas - ocalfás.
diversas , ;sus remedios . igual-
ínáente han de seilo también, y
no i uno: para, todas , jó mucfeos;
par» una. Lo demás eran infor-
¿bes idéás.de.los antiguos , -par-
que tanto las causas de las do-
lencias ^ como las vi«udes de
los remedios penden^ de princi-
pios físicos;, los que quando se
ignoran ,,e? preciso con tentárse-
OJn jeI producido de sus efectos.-
- Sabemcís que ei..Opio quita
los dolores , y que la iQuinalas^
calenturas intermitentes ; pero:
porque no entendemos el cómo,
solo, los aplicamos en los ca^os
precisos, Y así en- las. fiebres Ha-
mskádiS maMgttas ^ y de causa
omlidL , MO tiene lugar la aplica-
eiQH jd€ un determinado bezo*
é^ibcK : pues son cü versas co
moi^us causasi, y los remedios
alexífarmacos y bexoárdioDS , los
que no cobran por virtud ocul*
lm. la cíMottrayerba , el Eschdr-
dio V la Ruda V la Angélica y
cyaros de esta; clase son es timu-»
listes y cUafbréticos v y así pro*
ílqvios; quando hay precisión de;
^ix iaocionv Lc^ áccidos minera*
les y; fveg<;tales V y las sales , Scc.
pueden ser también útiles en
qtros casos ; pero los que la su-
persticiosa credulidad ha recí-
balo como las piedras bezoaresj
(mi)
y del: Puerco Espi¿^4 lo^- c¿¿rd|¿^
les , y otras com|MfcSÍciones fas-
chas de ellas^nadaí^alen:^^y^á-
ra menos sir ven . ¿íj ^ '^ i ú r £i
Bastando esto para coní)cér
el por qué se haii: refutadoi'í^aíi
enormes :;ci>mpásiciopés í yfí=^
* motko de que ei bezoárdicó d&
Gur^o á:45ualquiér o tro , np sea
útil para ;. todas) las ^caleiKirrás
matígnasi Xia:Mstórra de ias^Epi*
demiaswijtiei han pasado :^ en di-
ferente^ itiempos^vy- la descantas
pestes; ,,/qiielmnvasoladoi al Gé-
nero íiümano ,: originadas cier-
tamente de causa pútrid^t ^^ cía-
ramenie manifiestan esti. ver-
dad* foi sus memorias se nota
§3
(Ct02)
-feb-ítíyessidad i í de los síntomas
-ífínague aparecieron , y los va-
«íips/ remedios:: con que las; tra-
taron , y que.flas cosas: qae en
•{^g#5 operjiidíca>ron :,'dEueron pro-
'SíecíiQsa&en otras i porque á los
jgrados de^saimfeccioiiíp^álos
tírateos; ;Conciir«^ :xie:; cáusa¿ ^ físi-
ca Q rera- ptieGiso opoBer <dis tin-
tersitsetóáos deí combatiríais; ü ■
- lilfeá putícfeKscíaii^ porexem-
-ploív°^disijel«q ios: humores: del
cuerpobv y; JOtra -los coagula -: y
así* se hán-visto íEpWemias que
•mataban con hemorragias , y
otras ^en que -Ja sangre estaba
-moy esjíesa y cuaxada. La mis-
^a putíefaecioia' que disuelve
wms humores ^ cuaxa:4!«:Tos : h^
jDténdose visto pestesi^emqüe los
sjEidores ei^n conüniK>s-> ,r- imi^
riendo los coíit a giados : <piie s^
Sfángraban ^ ral cuaxar5« bi saa?
gjj?,^ como sucede en el e&iado
de salud y naíuraL Iguales fe-
nómenos $e obervan cada dia en
l|s calenturas , que llaman ma-
lignas, ¿Quál , pues , será: lel be-
zí>ardico , alexlfarmaco ó anti-
séptico que se apliqne ?:¿ Será
el de Curvo, ó algún otro? Cier*
tañante que jpd ;. porque nin-
guno puede tener virtud- para
impedir tan diversos efectos , ni
para destruir tan contrarias cau*
sas. Si el de. Curvo v. gr, está
g4
Cid4)
compxresto de los íngredieníes
alexif^i^nacGS y estimulanteá,
entonces será provechoso qükü^
do estos lo sean ; pero si en él
entran remedios de contraría
virtud y nada de él puede espe*
rarse. Y últimamente si él se
comjK5ne , como es creíble , de
los mismos que la crédula igi
norancia y falta de crítica abo-
naix>n ,» y que Gurvo acreditó;
estos no son ni pueden ser con^
travenenos. Pues solo pueden
ser antídotos , ó por los efectos
que producen , capaces de des-
truirle V ó por ser contrarios al
mismo veneno. Por exemplo, si
él (Ara coagulando^ será su an-
tídoto el diluertte v y ^ice- vep-
sa si obra disolívieBdo ; &Cw ; Y
podrá; ser antidota an vcnmm
de otro? El espíritm de nitro ola
agua ; foerte , y el acháli vegetal
son venenos corrosivos , y. úe
su tinion resulta el nitro , re-
medio inoeentí&imD, refrigeran^
tey sedativo. El solimán es nn
íbrtisimo venena,:asi como el
alciiádi V y aiibas unidos que¿
dan destruidosTv y - resulta una
sab neutra é inocente \, y la cal
de mercurio privada ^de su acri-
monia?: y si algu^nív. gr» to*
mase el sublimado corrosiva , y
al instante bebiese encima acey-
tedo-tártarcp sacado, por á^li*
quío , se libraría de la muerte;
pero si en su lugar tomase al-
^m famosa contraveneno de
teriaca , mitridato , orbietano,
liezoárdico , &C. le sucedería lo
ijue al Autor del Orbietano ; d
^ue, gloriándose de su ^antídoto
coma destructor de todo vene-
no ^ tomo en prueba treinta
granos de arsénico ; y en breve
iMo pagó con la muerte^ tan
temeraria osadía. No obstante
creo ^ que Curvo no habría caí-
do en tal sandez ^ a unque afitv
maba lo mismode su tezoár-
dico. j
^ De-5cemos^ f^iesv al buen Doc-
tor ; en poder.de los ciruja-
úos jhzrhexosd^ hoy^ para ver
si le: acreditan taato como : sus
caetaneosv para qiiieneís eseribió
tantas adAícrtem:ias ^ Ixomo se
hallan en sus escritos:. Omitiert*
do el combatir a susi demás se-
>^creíos , que demoran e no igual
-paralelo , y estáii implicados con
las inismaa cbntradiceioftes que
isu bezoárdico.. - c
lELhiza lo: mismo que los
.demás: secretistas ., y aprove-
chándose, dedái ocasión ; m0;^^Q'
Jlo dii^ulgó qne íenia un especí-
fico:, csino es machos para todas
lasenfeimeda^s. Supo ^ sin em-
J)argo ] curar .j .pero misieriosa-
meBíe, ^encubriendo loa íeme-
dios :^ ^i esto fa€í coxiíovme á} ia
biiena moral ,: y ái la obiigajdon
de católieo , el leetor decida. >d
I Es xierto que á cada paso
^rotesí^a) el amor de su próxi-
mo ^ 1^ caridad para con el en-
fermo ,^ y la sunm fetiga y con-
tinuas diligencias -que habla he-
cho por hallar^iínedio de aliviar-
los ; y lo habría acreditado , si
liubiese publicado los remedios,
como lo hicieron otros Médicos,
á quienes no>^uiso imitar:^ ar-
rastrado de la envidia y fea cg^
dicia ,L que le constituyeron reo
de la censura ^c^eá los secre-
tistas hace Senerto en el tomo
t^.mExokric. kin fine ; cuyas
V*w^/
palabras literalmaite son las si-^
guientes. ^ Las causas de esto
¿^ son ^ primera la avaricia , que
, , les dicta lucrarán menos , si
y, llegan á la noticia de o tros
^, los rem edios de que usan : se-
„ gunda la negociación y deseo
,, de gloria con que aolicitaQ
5V conciliarse la opinión comun^
„ como si fuesen en erudición
,V superiores á los demás ;y la ter*
^, cera la envidia que les indu-»
y, ce á privar á los otros Médicos
,^ de la fama , que ellos ansian.^
- Por lo que entenda:in mis .
lectores ^ que quantos r-cmedios
secretos hasta ahora hay anun-
ciados ^ y los que se anundea
son tc«Í5s inventas de charf
latanes ^ que buscan^ dinera \ q
de Médicos ambiciosos , que los
imitan^ ^ra hacer mas lucrati?
va su profesión^ No hay duda,
que sus arcanos no se deben
d vulgar en el insano vulgo, por?
que ios desprecia; yerro que ha-
qen algunos Médicos, que la vo-
eifera n a modo ^e charlatanes:
por las plazas , ca^s públicas y
particulares.^ creídos ser este el
n^dio de hacerse conocer. Sien-;
dü muy indecorctóo ^l vender re-
medios en su ca^^ sea qual ñie-
re el motivo , y mas feo el ha-~
cer secreto de ellos para darlos
á mayor precio que los botica^^
pos y ífefraüdáiidDles: del hicm
que les taca pon su arte , traiía^
jo^ pérdidas y gastos de antici-
po. Dando lugar á la bien mé^
recida crítica , que patentiza su
ansioso deseo de rnayor interés
en la aplicación de ello^ ; á lo
que suele seguir después de co-
nocidos el deshonor , la pérdi-
da y el disgusto : de lo que no
falta ex^^plo.
Y así nadie les debe dar
asenso por los privilegios y gra-^I
cias conque sepeltrechan ; pues
süfelen conseguirlos por un tes-
timonio afectado ó alguna certi-
ficación , que solo^ acredita el
Baber&e observado algún buen
(112;
efoclO e» tal remedio. Éoríjüe,"
¿ríjítién liQ- certificará que ; el
agjiajie Jacob de Castro: ,íiptia
igual , y he^ha con la Quina, es
efectiva en curar calen taras in-
termitentes , y otras enfermeda*:
des ^^ en las que la Cascarilla es
conveniente ? ¿ Quién dexará
desatestar , qjie el be?Qárdico de;
Qurvo ha sido provechoso en
los casos , que eran necesariosí
los T estimulan tes„ de qué se com-
pone ? Sin embargo 7, esto : SO;
t^asta paraque; se permitan seri
cretos , ^que se vendan con-
precios arbitrarios. E& precisOi
que sean remedios nuebps é ig-i
nprados , en lo pasado ^ j . c^usi
tengan YÍrtud específica para al-
guna enfermedad j y que todo
se^ aprobado por jexác tas y re-
petidas rqbservaciones de hom-
bres sabios de la profesión.: ha-
ciéndose estas inquisiciones con
la. mayor cautela ,* pues nadie
ignora las muchas i'eces que han
engañado' á la& mas respetables
Academias.
-Al que premiaron por descu-
brirx|ue el aceyte sanaba la mor-i
dedura ' de la Vívora , destru,
yendo: su veneno , y evitando sus
perniciosos síntomas se halló im-
postor. Este perpetraba el en-
gaño , por saber qUe la Vívora.
tiene su veneno en unas vegi-
h
(114)
gaitas jen tre los dientes, á la que
hacia - morder arites repetidas
"smies en un pollo , p ert se^
gutda en sa brazo , que uágia
con raceyle para acreditar que
la ponzoña cedia á ^u favor , lo
que ciertamoite habría sucedi-í
do sin aplicarle. ' í
,, Últimamente s^pael :mundo,
que quantos secretos de célef^
bresa Profesores hasta el diá , se
han rendido y divulgado en to-
do su ámbito , no han sido: otra
cosa, que remedios conc^idos y
tribiales , mascarados de: Ararios
modos , sin que por el disfraz
hayan adquirido mayor virtud-
Y en prueba , mírese á la anti*
{jiS)
giiedad hallando á la Maüema
en poder de los sacerdotes gen-
milicos : y se verá que las. curas
que ellos querían acreditar mh-
lagros de sus Dioses , se hacian
por la virtud de los remedios^
que maliciosamente ocultabam
Mírese á los Médicos de aquel
tiempo , y se verá quei paia
el mayor lucro y fama enca-
brian las medicinas con que cu*
raban v y para persuadir que so-
lo ellos sabían hacer mislu^
ras de virtudes especiales. Mí-
rese á todos los tiempos has-
ta el presente , y se verá ge?*
neralmente , . que las teria-
cas , mitrídatQs\, confeccioneáí
h2
elexíres, tinturas y aguas febrí-
fugas^, y en una palabra , que
quantos se cortservaron en secre-
ta por muchos años , fueron me-
dios y modos de extraer dinero "
al Público ; entendiendo que
cuasi todos no solo se comDo-
jiían empíricamente , sino es
qjie estaban llenos de ingre-
dientes nocivos á la salud. Fi-
nalmente mírese á nuestros Mé-
dicos Portugueses , Fernando
Méndez , Jacob-de Castro , Ma^
ya y Sachéti con sus aguas an-
tifebriles^ á Curvo con sus be-
zoárdicos y otros secretos , y en
fiinguno se hallará novedad. La
^xima. les la que obra en las
tintwras febrifugas^ , el mercurio
«n las panaceas , el purgante en
el bezoárdica solutivo, y los cor-
diales y estimulantes en el con-
tra calenturas : sin embargo ca-
da uno se valió de cierto pretes-
to para acreditar el suyo , y
despreciar los ágenos.
Es preciso , no obstante^
confesar , que la materia Médica
se ha aumentado mucho con las
producciones naturales y de vir-
tud , que ,en el discurso del
tiempo se han descubierto ; y
que los antiguos no conocieron
muchos de los que hoy tene-
mos ; habiéndonos enriquecido
de ellos el descubrimiento de
h3
(u8)
íasAiiiéricas,y especialmente con
el de la Quina. La Química nos
ha suministrado infinitas com-
posiciones , y preparaciones de
eficacia ; y si en nuestros tiem-
pos , jÓ en los venturos hubiese
la dicha de hallar algún especí-
fico para alguna enfermedad, ra-
zón será , que el Público pague
al inventor ; pero el qué
anunciase por nuebo un reme-
dio , cuya composion y simples
sea ya conocida , y la vendiese
como secreto, merece castigo , y
no premio. *
¿ Quál , pues , seria el com-
petente para el primero que des-
cubrió la virtud de la Quina;
del Opio y del Azogue ? ¿ Pero
qué merecerá el que de estos
simples hace misturas ocultas^
para vender al Público baxo el
velo de un supuesto falso ? El
vituperio , el desprecio y aun. el
último castigo. Y en verdad que
me parece pecaría contra la ca-
ridad ciiristiana , el que pose-
yese el secreto de un remedro,
y no le declarase ; siendo la pe-
na dé esta iniquidad tan ame-
na2fada por las Sagradas Letras,
y tan reprehendida por los San-
tos * PP. ^* VcB hoTm qui talentum j¿-
^ , bi á Deo concretum , sub térra
^^-áefmiM absco7idit ^ y mucho
mas agravante en la presencia
h 4
4^ t)ios ^ el erjcubrir lo gue es
coBpcido á todos* Esto ,piies,
es lo; que hasta aqui se ha yísr
to en todos tiempos de los re-
íoedios secretos , que al fin se
desciibrieron* Si sus Autores hu-
biesen declamado contra los
abusos del Pueblo , como lo hi*
zo entre nosotros el Doctor Ace-
bedo , y entre los Ingleses Si-
denham ^ hubieran obrado co-
mo Médicos sabios , honrados
y desinteresados ; pero dexarlos
correr y á su abrigo vender los
xemedios con títulos específicos,
fiíeron hechos diametralmente
Opuestos á las virtudes mo-
-^Pidiéndote ai célebre Gapiva*
cío ^us discípulos las recetas y
secretos con qiM hacia tan ma-
ravillosas curasu^ les respondió
quejestudiasen ^aprendiesen sa
raétoéo ^ y sabrían sus decretos.
El gran Boerimve cuya ciencia y
reputación lian sido igualmente
conocidas ^ solo encubrió Lo que
podia ser perjudicial á la liuma*
md^£, Multa addere nolui^ cum me-
lim M ea ignarari ^ qmbus generi
humano forte plus maU, quam emolu^
mmlk inde v£nireí. Mo babló de
los medicamentos con título^ es-
peciosos ; porque sentaba , que
eran perjudiciales alarte Médica,
y <|ue él no los^<:onocia;- J^¿: 5^-
áosos midicamentorum titulase, mor-
bisaddidi. Cur IMhii artimagis'ex^
tiali movi ^ neqmpem ipse Mttum
agnosco , quin sola.itempestwá mu
tale fiat.Y si este-geminen te str^
geto hubiese querido abusar de
su crédito y conocimientos,
¡quinto oro no habría acumui-
lado ! Ved , pues , en lo referi-
do las principales causas que
han atrasado á la Medicina , é
impedido su progreso , hacién-
dola empírica y deslustrando á
sus Profesores. Y notad como
los mismos que la hablan de au-
mentar , la Uejíaron de supers-
ticiones y patraüa.s ; viendO; por
último uno dec ios ; jnotivos que
^^tí^
íoncmrriercm -eir Jrortoigaix para
sa deeadencia^Así lo. mamfestó
iimá^Ju/iita #t^ deisctgetqs
pombrados per ^ el ^Rey-lkm J^o-
séph 1. pa^ai^tir^ar de^ su^^ reme-
dio. Cktyo MctMn^cí t avoipresen-
te este Monarca , al ^staMecer
la üniverskiad y Estatificas de
Ck^joabra , iaiacMítal c^a x|tie le
eterniza para los venideros: si^
glos: Y así tohabiá hepbo L ya la
alta y perspicaz inteligencia de
los Reyes Gatólicos Fernando é
Isabel en Esj^ña , quando eri-
gieron el Tribunal del Pi^to-
Medicato , instituyendo á mas
de los Juet^ ^principales , otros
con la nominación de Alcal-
des^ Ekáoiinaciares para que na
hxibiese ¿ i mperíta j ' ó chaxla t an
quejOura3£ ¡extirpando asi: las
:v^€^0aQ§as jcaices del empirismo^
qaevxmo daacr: ba hechp éclk
Meáicma en todásc parteCy en
todas ' tiempos, ini ; : 3 -.
£;amo lata y éftcazmentfi
prt^cl|ai en estec apreciabilísimo
e^crito^ei ^abio OFilósoíb y Má*
díacrjoseph Enríquez Ferreyra,
en él que tantas: flores se cp-:
gen r: : quaatos oportunos i can-
ceptos se leenj^ que he puesto
en castellano con el posible es-
meros, á fin de que, el Pueblo
disfrute el benéfico raudal de
su doctrina: evitando los daño$
quede acarrean los emfátíc^s^
así íiaturales , eomo cxtrange-
ros al iavor de ^uel ^at^ral
d€S¿0^ que insta -por el recobro
de la salud perdida.
Y para q^e distinga: á úm
Profesores de la chusma de los
charlatanes : de cuyo feo borrón
están libres los Médicos de Es-
paña ; pues son el exemplar de
humanidad , desinterés y lim-
pieza : cuyas circunstancias ^ y
la de su acreditada ciencia ^ les
hacen dignos del mayor aprecio.
De los que algunos , en la
Real Academia Médica-Matriz
tense , son los conservadores
de la Facultad , baxo el Real
Pátibclixio , y con él aiixílío^dél
ilastrado Cu^:po Ministerial:
especíálmen^te- del Protector ¿de
lás^ Giéneias , su principal rnioaa-
bro , cuyo incesainte trabaj o ^ y
largo estudio atenúan eL delica-
dez estambre de su importante
vida , con el ansioso anhelo del
aumento del Estado, el alivio del
los vasallos del Rey v y I^blico
beneficio. #f ^ : :
Al que yo también aspiro^
dando: el presente Discurso de
tan juiciosa , como bien funda-
da crítica, que le ofrezco, para su
provecho , y constante testimo-^
nio de mi patriótico afecto^.